Una congregación religiosa compuesta por religiosos y laicos en decadencia por la pérdida de adeptos casados, decide reinterpretar su visión de la moral sexual  en el matrimonio, produciendo estímulos pornográficos, siempre en base a las “sagradas escrituras”

Los encargados de dicho proceso viven en su piel y en sus emociones las contradicciones  generadas por la cercanía del “pecado”. No obstante el padre prior, siempre vigilante, controla todos sus movimientos para evitar que se desvíen del camino marcado.

También trabajan bajo la atenta mirada  de una señora de la limpieza, con tendencia “choni” que parece ser la única en no sufrir contradicciones y todo ello, bajo la “discreta tutela del señor obispo”…